Un día un demonio tocó a mi puerta

Un día un demonio tocó a mi puerta, era alto, muy blanco, vestía completamente de negro, un fino abrigo cubría su cuerpo y un sombrero de copa cubría su cabello, su sonrisa despreocupada y burlona no se borraba de su rostro y un colmillo se asomaba entre sus labios, sus manos pálidas como sin vida solo vestían un anillo plateado con una rara inscripción a su alrededor, su postura firme pero calmada imponía respeto, entonces me miró fijamente con su mirada penetrante e intensa, sus ojos carmesí como rubíes escarlata brillaban desde las sombras que causaba su sombrero y con voz convincente y seductora me pidió hacer un trato, me dijo que podría tener lo que yo quisiera, cualquier sueño o deseo se haría realidad con solo pensarlo, solo tendría que tomar su nombre como mío, como si fuese parte de mi y el trato estaría hecho, me advirtió que en algún momento de mi vida me cobraría 3 cosas, no explicó cuales ni cuando exactamente sucedería... pero tal vez yo joven y crédulo lo ignoré y sin pensar mucho en las consecuencias acepté, tome el nombre de Jack como seudónimo a mi existencia y a partir de entonces viví dividido en dos como si mi otra mitad fuera mi conciencia.


Envuelto por avaricia desee el conocimiento eterno y el poder del dinero...poco a poco todo fue surgiendo, me hundía en un mar de conocimientos para mi corta edad, el dinero fluía directo a mis manos; un día mientras disfrutaba mi vida me tope con una mujer tan hermosa como un ángel, tan perfecta que olvide por completo mis planes de una vida de placeres y riquezas, con el tiempo ella se convirtió en todo lo que yo necesitaba, olvide los conocimientos y el dinero; olvide el pacto que había hecho para así poder con mis propios medios ganarme el corazón de esa bella dama, cuando al fin lo logré, empecé a ser más feliz de lo que podía imaginar, una persona en este mundo me amaba y no sentía más el vacío que ahogaba mi pecho cada día al despertar, ahora podía sentir que tenía un propósito en esta vida, mi vida ahora era perfecta, pero cuando cumplí 1 año exacto de haber encontrado el amor de mi vida el demonio apareció de nuevo, lo supe de inmediato cuando pronunció su nombre diciendo "Soy Jack..." y antes de que terminará de hablar ya sabía lo que iba a pasar "...he venido a cobrar" y sin saber cómo detenerlo pues mi temor era lo que fuese a tomar, cuando su voz me dijo "hoy pagarás con tu felicidad" y en ese instante se acercó y yo paralizado por la tormenta de pensamientos solo sentí sus frías manos muertas apretando mi hombro, mientras sus ojos llenos de fuego brillaban igual que la última vez; pasado esto simplemente desapareció, dejándome pensando en lo sucedido y temiendo por mi felicidad que al parecer ya había perdido... 


Al principio no lo noté pues todo seguía igual que antes, fue hasta un discusión con mi amada que todo se fue al “diablo”, todo empezó a ir mal, mi pesadilla se había vuelto realidad, mi única felicidad ahora se escapaba al desaparecer la sonrisa de la mujer que yo tanto amaba, por más que lo intentaba jamás pude volverla a ver sonreír, ella no decía que me odiaba pero dejo de confesar que me amaba, yo con el dolor en mi alma juré no rendirme hasta hacer volver la felicidad que tanto añoraba y mientras cada día era una batalla constante por tratar de levantarme sin mirar atrás, mi mente pensaba que mi vida no podía ser peor hasta que después de un año de eterno sufrimiento perdí el amor que a esta vida me ataba, ella decidió partir por completo de mí, llevándose con ella mi corazón completo, mis esperanzas y mis ganas de vivir, quedando devastado por completo, incluso intendente suicidarme varias veces pero fui tan cobarde que no surtió efecto; tardé mucho tiempo en reanimarme un poco aunque yo sabía que no podría amar a alguien más y nadie me amaría igual; traté de vivir así subsistiendo con el odio que me acosaba por dentro, tratando de apoyarme en lo que me quedaba aunque fuese casi nada, cuando a 5 años de su primera visita apareció esta vez esperando tranquilamente sentado junto a la puerta de mi habitación, yo dormía tranquilamente cuando su voz hizo parar por completo los latidos de mi corazón..."soy Jack, he venido a cobrar" y antes de que se me acercara con su maldita sonrisa le reclamé con un grito estruendoso "¡¿que más te puedes llevar de mi, si ya me has quitado todo lo que necesitaba para vivir?!" entonces sin decir una sola palabra me tomó del hombro con las mismas manos frías y la misma mirada pronunciando "pagarás con tu alma" y un fuerte dolor recorrió toda la mi espalda.... sentí como si una llama me quemase desde adentro desde mis extremidades y parando en mi pecho, sentí una taquicardia y cuando volví en mi ya estaba hecho, no sentía emociones ni nada que tenga parentesco... solo un inmenso nudo en la garganta y un hueco en el pecho, fue cuando renuncie a todo, desaparecí por completo de mis conocidos y parientes, cambié mi nombre y me mudé de ciudad, me hice llamar Jack y exploté por completo aquel maldito deseo de poseer cuanto quisiera tener, me volví un muerto en vida, un millonario que podía tenerlo todo, empecé a buscar placeres que no sentía, tratando de saciar el vacio entre mujeres, drogas y vino pero no resultó de ninguna forma; era la persona más rica del mundo, así como el ser mas infeliz del universo; desgastado completamente mi cuerpo y agotado, sin sentimientos, finalmente escuche su voz de nuevo "soy Jack" y lo interrumpí en ese momento "acaba ya con esto" y él se acerco un poco, no a más de un metro... siguió con sus palabras "he venido a cobrar" y yo esperando lo peor cerré mis ojos y di mi último aliento cuando tomó mi hombro y dijo "pagarás con este sueño", me quede perplejo y con temor a saber lo que había ocurrido, temiendo aún mi muerte abrí los ojos, estaba en mi viejo apartamento, recostado en mi cama, la luz del amanecer apenas entraba por la ventana, el silencio era incomodo, mi piel empapada en sudor y mis manos temblaban,  me levanté de un salto de la cama y corrí al espejo más cercano, mi rostro era joven, mi cartera estaba vacía como en aquellos tiempos, era justo la mañana que el demonio había tocado a mi puerta, todo fue un sueño...¿Todo fue un sueño?...quizás una terrible pesadilla; más relajado por lo sucedido me senté en el colchón de mi cama y al recargar mi mano sobre la sábana sentí algo, volteé la mirada y un extraño anillo de plata reflejó su brillo en mi mirada...

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