Vivimos en un mundo de hipocresía, donde las personas te saludan con una sonrisa y guarda un puñal en la espalda, donde la gente esconde sus verdaderas intensiones para "sobrevivir" y su trato no es más que una muy elaborada obra de teatro, vivimos en el mundo de la hipocresía, donde el cobarde finge ser valiente, el idiota inteligente y la persona más sonriente es en realidad el más hundido emocionalmente, en este mundo, el amor no es amor, el amor es miedo, y el miedo admiración; la gente ya está acostumbrada a fingir, engañar, ser en persona lo que no és; ya no se persiguen sueños propios, se persiguen ajenos, donde en un día una expresión de afecto se convierte en una ofensa, y el más cruél de los maltratos es el más común de los obsequios. En este mundo de hipocresía, el sinónimo de humanidad ya es mentira.