Te soñé tan hermosa como siempre, con tu implacable sonrisa que calma toda tormenta,
tus deslumbrantes ojos llenos de pasión y alegría en esa mirada inquieta,
te soñé libre como la brisa de verano, empapándome el rostro con tus besos... te soñé tan completa,
que la noche impregnó mis recuerdos con el perfume de tu piel, y en mis sueños no pude contenerme,
te atrapé, te estrujé entre mis brazos con tanta pasión que pude recordar tu silueta,
y así, soñándote me abrigué con la calidez de tu cuerpo hasta el amanecer violeta.