Una taza de café….esta madrugada me sintió bien,
Bebo a sorbos lentamente
Recordándote los momentos, en la cual nos perdimos en la silenciosa noche
De abril plagados de sus de sus brizas
Los faroles iluminan las aceras de la calle en esta madrugada…que avanza en su vespertina muerte.
Como
esta soledad, Esta mesa y esta hora están hechas a mi medida,
cabemos todos mis fantasmas.Una taza de
café que procuramos para mitigar nuestras miserias y cigarrillo...de la cual
recuerdo el olor de la discoteca
y bebernos la noche que desemboca en matices fúnebres,
unas voces que por turnos nos ayudan a callar
los gritos que reptan en las cavernas de la memoria,
palabras que dibujan sobre el tapiz de la luna
la música de la música, poesía que gravita y nos posee,
y un amor en casa con unas alas dispuestas a aliviarnos
de las lides del día; cuánta risa nos llevaremos de regreso.
Este
último sorbo está hecho a mi medida,
esta bocanada está hecha a mi medida,
la noche se esparció bella desde las montañas,
alargamos la despedida pretendiéndonos deidades
con la esperanza de volver a fraguar nuestros destinos
mientras la madrugada se diluye dulcemente
como azúcar en el fondo.