Dime que tu no huirás cuando mi última máscara caiga a luz de la Luna, dime que no saldrás corriendo cuando mires al fin al demonio que vive en mi, dime por favor que no me abandonarás en esta fría y basta soledad... porque si partes lejos de mi, no habrá marcha atrás, las cadenas se romperán y nada podrá ya salvarme de esta sombra a la que llamo Jack.