Este escalofrio recorriendo mi piel me alerta que estás cerca, muy cerca, en mis recuerdos, tan real que podría tocarte de nuevo, y ya es muy tarde para intentar escapar, la noche y la soledad te dan una gran ventaja... estas aquí frente a mí como uno más de mis demonios, aquel que tanto daño me hace y yo.... solo aprieto los dientes para soportar los cortes que hacen las imagenes de tí al pasar por mi alma, cortes tan profundos que desde aquel día sigo partido en dos, muriendo lentamente entre promesas rotas, fotografías en mi cabeza y poesía sin dueño; este agudo dolor en el pecho soy yo atrapado sin tener a donde ir, atrapado en la inmensidad de mi soledad.