Una sombra vive en mí, no importa a donde vaya, no importa que haga, siempre está ahí, oprimiéndome el pecho, desgarrándome con recuerdos el alma, esta fría sombra que se apodera de mí es la causante de mi más grande miedo; siento ya que me está orillando a la demencia, ¿cuánto tiempo más soportaré en la orilla del acantilado? empiezo a sentir una desesperación insaciable, en el silencio de la noche todo empeora, el miedo se vuelve terror y el frío se vuelve hielo, solo por un instante, tan solo un instante quisiera saltar para acabar con esta cruel tortura.