Extraño tu mirada inocente y tu sonrisa cautiva, extraño la sensación de tu cuerpo entre mis brazos, extraño importarte tanto a tu manera, extraño tus mensajes cada día y el sonido del timbre de la casa que anunciaba tu llegada, extraño cargarte entre mis brazos y llenarte de besos en el rostro, extraño el preocuparme día a día por si ya comiste o como te ha ido en la escuela, sí... extraño tu voz más que nada en este mundo, extraño escucharte cantar ya que era eso lo que alejaba la oscuridad, extraño tus berrinches, extraño verte feliz, tu risa, especialmente tus carcajadas que siempre se escucharon a mucha distancia de tí, extraño el verte concentrada dibujando, extraño todo de tí, desde tu forma de caminar hasta el dulce perfume de tu piel, desde la forma en la que te mordias las uñas hasta la divertida forma en la que te hacias la dormida sobre el sofá, si, he cometido miles de errores en mi vida y el peor ha sido perderte, y aquí estoy ahogado en recuerdos como un niño idiota que se arrepiente, queriendo gritarte que te extraño tanto que correría a abrazarte aunque tu indiferencia y desprecio me mataran al instante, aquí estoy extrañandote cada noche y tratando de aguantar el peso de cada lágrima que se acumula en mi almoahada, aquí estoy, a cientos de kilómetros de tí, sentado en una habitación vacia, con mil nudos en la garganta, con tu imagen en mi cabeza, solo.... extrañandote.