Me tiembla el corazón al pensar que un día dejes de estar aquí,
pensar que un día no pueda tomar de tu mano nunca más,
me tiembla el corazón al imaginarte con un odio incesante por mí,
al imaginarte como un recuerdo lejano que no podré recuperar.
Y aquí estoy, como un tonto imaginando todas las formas
en las que sin razón te pueda perder, aquí llorando por sucesos
que quizás, solo quizás, nunca van a suceder.
Me prometiste, mi vida, que si estaba falto de amor tu llenarías
mi corazón, y aquí estoy, esperando a cada segundo un beso, un abrazo,
apenas un gesto de tu cariño y amor.
Mi corazón es un duro y frágil cristal que necesita tus cuidados,
amor, no me hagas más daño