Una tarde sola y sombría,
se diviza en lo lejano una mujer
alta, fría y con gabardina,
camina rápido en la soledad
y corre despacio en la oscuridad;
avanza entre las nieblas
parece venir de las tinieblas;
no se ve amada,
se refleja en su mirada;
parece que esta perdida,
se nota por como camina,
usa tacones altos,
la cubren varios mantos;
me señala con su vista,
es el fin ya estoy en su lista.