Amor mío eres una brisa de verano que gota a gota moja mis labios y escurre delicadamente sobre mi piel hasta la punta de mis dedos, pero eres también un aguacero que se aparece cada martes y me empapa por completo, y cuando te enojas ¡oh amor! eres la tormenta perfecta, de tus ojos surgen relámpagos y se oscurece el firmamento; eres entonces amor la tempestad en la que me adentro con los brazos abiertos para que me despeines con tus fuertes vientos, esa que con pasión cubre mi cielo.