Incierto

Las paredes se alejan más y más, la habitación se vuelve fría e insoportable, el silencio es de nuevo ruidoso, yo, contando los segundos antes de que el cansancio me derrote y quede dormido, será entonces que ella vendrá de nuevo, con su falda larga y oscura, con su sonrisa siniestra me abrigue, me consuma por completo; ya puedo escuchar sus pasos, aún lejanos, cada pisada es un recuerdo que me atraviesa como un cuchillo en el pecho, clac, clac, clac... las luces encendidas ya no ayudan, la oscuridad las está consumiendo, el aire cada vez más ligero, me cuesta trabajo respirar tranquilo, clac, clac, resuena el espantoso silencio en mis oídos y todo se torna extraño, vacío, incierto...

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