Ahora te recuerdo distante, atraviesas mi mente como una estrella fugaz y las promesas que grabé con una navaja en mi corazón para ti, vuelven a sangrar; no tengo miedo ya porque tu luz no me deslumbra más, eres ahora solo un destello distante que no distrae mi camino, te recuerdo porque quizás en mi vida hay ahora mucha paz, no pienses que le doy mucha importancia, pero si puedo dejarle un recado a tu recuerdo porque sé que al dormir se desvanecerá, le quiero decir que no me retracto de nada, ni de los besos, ni de las crueles puñaladas, lo digo porque ninguno de los dos fué un mártir, fuimos una batalla constante donde nadie dió tregua, ni marcha atrás y fué nuestra insistencia la que nos hizo al final recoger nuestros pedazos y escapar, solo te admiro esta noche porque el cielo de mi consciencia está calmo y me da cierto placer saber que tu fugaz recuerdo no lo veré jamás.