Insomnio

El amanecer ha llegado y no concibo reposar mis parpados cansados, la pesadez es enorme bajo el ardor dominante de mis ojos y solo concibo pensar en mí. Me despreocupo por los demás y me impulso a pelear en el sorprendente y desanimado reposar de mi almohada. He soñado tantas veces, he creído unas tantas más y no puedo despertar sigo soñando a ojos abiertos sin poder descansar.

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